Floresta, 19 de agosto de 2014.
Hola Ana:
Cuando leímos tu historia nos sorprendimos que una persona pueda aguantar tanto sufrimiento, a pesar de lo pequeña que eras. A tu edad no fue fácil vivir en la segunda guerra mundial.
Tuviste que comer comida en mal estado todos los días para poder sobrevivir, estar en un sotano encerrada sin lugar a donde ir y sin ver la luz del día, tenían que hacer silencio para que no los encuentren, ni sospechen de que estaban en ese lugar. Antes de que estuvieran en el escondite no podías realizar ninguna actividad: como andar en bicicleta, ir a cines o teatros, sólo podías ir a escuelas de tú comunidad, no podías estar en la calle hasta cierta hora de la noche.
Si a nosotros nos hubiera pasado lo mismo que te pasó a vos, no hubiéramos aguantado tanto sufrimiento.
Cuando empezamos a leer tu historia nos importó mucho y nos generó tristeza lo que viviste en esos años.
Atte: Alberto, Anastasia, Lucy, Luz Dina y Yamila.
